REFRANES QUE LE GUSTA DECIR A SANCHO
A dineros pagados, brazos quebrados. Avisa sobre las malas consecuencias que suele traer el pagar un trabajo por adelantado.
A Dios rogando y con el mazo dando.
A Dios y veámonos, como dijo un ciego a otro. Alude al refrán "A Dios y veámonos. Y eran dos ciegos".
A idos de mi casa y qué queréis con mi mujer, no hay responder.
Al buen callar llaman Sancho. Sirve para indicar los buenos beneficios que conlleva el comportamiento moderado en el hablar.
Al buen entendedor, pocas palabras.
A perro viejo no hay tus, tus. Tus, tus es la voz que se emplea para llamar a los perros. Sancho adapta este refrán a sus circunstancias al decir "soy perro viejo y entiendo todo tus, tus" y "que soy perro viejo y no hay conmigo tus, tus".
A1 buen pagador no le duelen prendas. Indica que el que está dispuesto a cumplir con un compromiso no le importar dar explicaciones o garantías sobre ello.
Al freír de los huevos lo verá. Da a entender que cuando llegue la ocasión, el interesado verá realmente lo que tiene.
Algo va de Pedro a Pedro. Advierte que todos somos distintos, por lo que es aconsejable alabar o criticar, por separado, los méritos de cada persona.
Amanecerá Dios y medraremos. Consejo burlón para dejar las cosas para otro momento u otro día con la esperanza de que así se puedan solucionar los problemas o poder sacar un mayor provecho. Otra forma de expresar el refrán es "Amanecerá Dios, y verá el tuerto (o el ciego) los espárragos".
Antes os la dará roma que aguileña. Alusión al refrán "si la podemos dar roma (chata) no la demos aguileña" que se aplica a los que gustan de regatear.
A quien cuece y amasa no le hurtes hogaza. Tiene también un uso figurado en el sentido de que es muy difícil engañar a una persona que sabe bien su oficio o que tiene mucha experiencia.
A quien Dios quiere bien la casa le sabe. Expresa que a la persona afortunada suelen venirle mejor las cosas, sin mucho esfuerzo por su parte.
Aquí morirás, Sansón, y cuantos con él son. Refrán utilizado con ironía para indicar que una cosa se va a llevar hasta las últimas consecuencias.
Bien se está San Pedro en Roma. En general, sirve para rechazar cualquier posible cambio.
Bien vengas mal, si vienes solo. Muestra la esperanza de que los males y las desgracias no vengan unas detrás de otras. Así, Sancho espera que la desgracia de caerse con su jumento en una cima sea su único mal en ese momento.
Buen corazón quebranta mala ventura. Aconseja tener buen ánimo porque con él se vencen las dificultades y se hacen más llevaderas las circunstancias adversas.
Cada oveja, con su pareja.
Cual el tiempo, tal el tiento. Señala que se debe obrar con prudencia y acomodarse a las circunstancias.
Cuando amanece, para todos amanece.
Cuando te dieren la vaquilla, corre con la soguilla. Aconseja aprovechar la ocasión aunque parezca que nos aporte beneficios exiguos.
Dádivas quebrantan peñas. Da a entender que el poder del dinero y de los regalos allanan dificultades y ganan voluntades, es decir, consiguen todo.
Del dicho al hecho hay un gran trecho. Advierte de la dificultad que existe en poner en práctica las promesas o lo que se ha sostenido antes con la palabra.
Del hombre arraigado, no te verás vengado.
De noche todos los gatos son pardos.
De pan y heno.... Primera parte del refrán "De pan y heno, el vientre lleno". Forma parte de una retahíla de refranes pronunciados por Sancho, incitado por la duquesa.
Desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano. Sancho evalúa su presente y pasado para convencerse de que ha obrado correctamente, mostrando conformidad y resignación con el estado en que se encuentra. Lo enuncia con distintas variantes como "que saliendo yo desnudo como salgo" o "en la cual entré desnudo, y desnudo me encuentro". Posiblemente éste es el refrán más utilizado en el Quijote.
Detrás de la cruz, está el diablo.
Dijo la sartén a la caldera: quítate allá, ojinegra. Da a entender que no se deben sacar defectos entre personas de similar comportamiento. Sancho lo utiliza para advertir que don Quijote ha empleado dos refranes seguidos en el mismo momento en que estaba criticando el uso desmesurado de los refranes del escudero.
Dime con quién andas, decirte he quién eres.
Dios que da la llaga, da la medicina. Así aparece en Correas. Es uno de los refranes más queridos y más utilizados por Sancho, que no tiene ningún reparo en modificarlo para adaptarlo a cada ocasión. Figuradamente, aconseja no enjuiciar las necesidades y habilidades de las personas fiándose en las apariencias. Así, al final de la novela Sancho dice: "muchas veces donde hay estacas no hay tocinos" para contestar a su mujer Teresa que él sí trae dinero ya que ésta supone que por las pintas con las que regresan a la aldea no puede traer nada.
Donde las dan, las toman.
El abad de lo que canta yanta. Sancho propone este refrán como motivo para no hacer favores desinteresadamente a nadie y que él debería hacer recibido una gratificación, las camisas prometidas, por su trabajo.
El buey suelto bien se lame.
El consejo de la mujer es poco, y el que no le toma es loco.
El dar y tener, seso ha menester.
El diablo, que no duerme. Sancho utiliza, en su sentido literal, este refrán en el cuento de la pastora Torralba, para explicar las complicaciones del destino en los amores de ésta con otro pastor.
El hombre pone y Dios dispone.
El pan comido y la compañía deshecha.
El .que compra y miente en su balsa lo siente.
El que larga vida vive, mucho mal ha de pasar.
El que tiene el padre alcalde... Primera parte del refrán que acaba: "...no espere que le falte" o "seguro va al juicio" que alude a la importancia de tener parentesco o amigos poderosos para salir libre de muchos lances de la vida.
El rey me hacía franco. Correas completa el refrán así: "A quien nada tiene, el rey lo hace franco" que significa que se le exime de un pago por ser insolvente.
En cada tierra, su uso.
En la casa llena, presto se guisa la cena.
En la tardanza suele estar el peligro.
En otras casas cuecen habas, y en la mía, a calderadas.
No con quien naces, sino con quien paces.
No es la miel para la boca del asno.
No es oro todo lo que reluce.
No hay camino tan llano que no tenga algún barranco.
No hay cosa segura en esta vida.
No quiero perro con cencerro.
No se ha de mentar la soga en casa del ahorcado.
Ojos que no ven, corazón que no quiebra.
Para todo hay remedio, si no es para la muerte.
Pon lo tuyo en concejo y unos dirán que es blanco y otros que es negro.
Su San Martín se le llegará, como a cada puerco.
Tan presto se va el cordero como el carnero. / (La muerte) también come cordero como carnero. Advierte que la muerte puede llegar tanto a los jóvenes como a los de más edad.
Tanto es lo de más como lo de menos.
Tanto vales cuanto tienes. Según Sancho, este refrán lo decía una de sus "agüelas".
Un diablo parece a otro.
Váyase el muerto a la sepultura y el vivo a la hogaza. En el episodio de los clérigos vestidos de negros y que son el acompañamiento de un muerto, gentes a los que don Quijote apalea por error, Sancho le indica a su señor con este refrán que deben marcharse. El refrán tiene un sentido literal (hay un muerto que los clérigos llevan a Segovia) y una lectura figurada (unas hogazas que Sancho ha robado y que quiere comer).
Viva la gallina, aunque con su pepita. Da a entender que se debe vivir con lo que se tiene. La pepita es un tumor que se desarrolla en la lengua de estas aves que les impide comer y cacarear.