REFRANES DE OTROS PERSONAJES


Cuando a Roma fueres, haz como vieres.

No haber hallado nidos donde se pensó hallar pájaros.

La verdad... siempre anda sobre la mentira, como el aceite sobre el agua.

La verdad adelgaza y no quiebra.

Pagan a las veces justos por pecadores.

Al buen pagador no le duelen prendas.

Cuidados ajenos matan al asno.

Al hijo de tu vecino, límpiale las narices y metelé en casa.

Allá van reyes do quieren leyes.

Tal el tiempo, tal el tiento.

Cuando te dieren la vaquilla, corre con la soguilla.

La mujer honrada, la pierna quebrada, y en casa.

Quien te cubre te descubre.

Viva la gallina, aunque sea con su pepita.

Y cuando te hicieren tus, tus, con buena dádiva, envásala.

Debajo de mi manto al Rey mato.

El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija

No es todo oro lo que reluce.

La codicia rompe el saco.

Ándeme yo caliente y ríase la gente.

A otro perro con ese hueso. Lo utiliza para rechazar el argumento del cura de que las novelas de caballería son totalmente fantasiosas.

Buen corazón quebranta mala ventura.

Debajo de mala capa suele haber buen bebedor.

La letra con sangre entra.

Quien te da el hueso no te querría ver muerta.

No querría que orégano fuese.

Váyase el diablo para diablo y el temor para mezquino.

Del dicho al hecho hay un gran trecho.

Detrás de la cruz, está el diablo. Se usa en el episodio en que Sancho, gobernador de Barataria, piensa que van a intentar matarlo después de que la duquesa le escribe una carta advirtiendo que unos enemigos asaltarán la ínsula. El maestresala le cita este refrán con la segunda intención de que la comida que han traído unas monjas puede estar envenenada.

Tras la cruz está el diablo. El cura cita este refrán, en el episodio de la revisión de la biblioteca de don Quijote, cosa que hace con el barbero de la aldea, para condenar y quemar la novela El Caballero de la Cruz.

El abad, de lo que canta yanta.

Que aunque la traición aplace, el traidor se aborrece

Más vale migaja de Rey que merced de señor.

Lo que cuesta poco se estima en menos.

Más vale vergüenza en cara que mancilla en corazón.

No es de estima lo que poco cuesta.

No hay regla sin excepción.

No hemos conocido el bien, hasta que lo hemos perdido.

Tantas letras tiene un sí, como un no.

Copyright © - herencia2000 es propiedad de José Antonio Fernández-Baillo Mateos de Arriba.