JUEGOS CON INSTRUMENTOS



RION-RION TABLETA-TABLETA
Uno más de los juegos de correa, con la particularidad de incluir adivinanzas para determinar el desarrollo del mismo. Por ello, no sólo prima la velocidad y la habilidad de los jugadores, sino también su ingenio para resolver correctamente los acertijos que se les plantean.
Pueden participar todos los jugadores que lo deseen, no existiendo ningún límite a este respecto.
Uno de ellos será ella madre, personaje de gran importancia en el juego, ya que controla la posesión de la correa (único utensilio necesario) y marca la dinámica del juego como veremos más adelante.
Uno a uno, los chavales se acercarán a la madre y ésta les propondrá una adivinanza. En el momento en que uno de los jugadores logre responder correctamente, la madre le entregará el cinto y al grito de Rión-Rión, este jugador correrá tras sus compañeros con la intención de golpearles con la correa. Cambiarán las tornas cuando la madre grite Tableta-Tableta, momento en el cual el jugador que tiene el cinto debe devolvérselo a la madre. Eso sí, hasta que no lo consiga se verá expuesto a los golpes del resto de sus compañeros.
Si por casualidad, el jugador que estaba en posesión de la correa, no era del agrado de la madre, podía recurrir a muchas artimañas para perjudicarle. O bien, reclamarla devolución de la correa inmediatamente, impidiéndole disponer de ella, o, por el contrario, pedírsela cuando se encontrara muy alejado, dando tiempo de sobra para que el resto de los jugadores le "curraran" a gusto, sobre todo, si previamente se había excedido en los golpes.


LA TABA
Juego de suerte y pericia donde pueden participar tres o más jugadores. Es necesario el hueso de la rodilla de un animal, siendo el más utilizado el de cordero o vaca. Además del hueso, también es imprescindible una correa.
La base del juego radica en el intercambio de castigos entre los distintos jugadores. La función desempeñada por cada jugador dependerá de la tirada que efectúe con el hueso. éste presenta cuatro caras:

el rey (ordenaba el tipo de castigo que se iba a ejecutar así como el número de golpes y la intensidad de los mismos).

la correa (disponía de un cinturón y ejecutaba los castigos); el palo (el jugador que sacaba esta cara era castigado).

por último, la panza (no se recibían castigos pero tampoco se obtenía el control del juego).

La figura del rey la correa no estaban siempre en manos de los mismos jugadores. Podía variar, y de hecho lo hacía dependiendo de las sucesivas tiradas del hueso.
Tanto el rey como la correa podían mantener su mandato durante sucesivos turnos si en sus respectivas tiradas lograban sacar de nuevo estas figuras, acuñándose el término rey/correa por X años dependiendo del número concreto de turnos del que dispusiese. También hay que aclarar que tanto el rey como la correa podían estar en manos del mismo jugador.
Entre los distintos tipos de castigo que el rey podía elegir se encontraban los siguientes:

- palos: el rey ordenaba que se golpease con la correa en la mano al jugador castigado el número de veces que él considerase oportuno.

- bocadillo: golpear con la correa ambas manos del jugador castigado. Había dos modalidades, el bocadillo normal que se ejecutaba con la correa plana y el bocadillo de tachuelas que se efectuaba golpeando con el canto del cinturón, siendo esta última variante bastante más dolorosa que la anterior.

- azotes: el jugador castigado recibía golpes en el culo hasta el momento que el rey considerase oportuno.

- el puente: los dedos pulgares de las manos debían colocarse unidos y apoyados sobre una superficie.

Así dispuesto, el jugador debía afrontar el castigo. Si aguantaba el golpe sobre sus manos sin separar los pulgares se quedaba con la correa. Era un castigo que el rey utilizaba por regla general para beneficiar a alguno de sus amigos, ya que les daba la posibilidad de quedarse con la correa siempre y cuando fuese capaz de aguantar el golpe.

- el pozo o péndulo: otro buen método que ofrece la posibilidad de quedarse con el cinturón, y no sufrir demasiado, si se tiene habilidad en dicha práctica. El jugador unía los dedos de las manos formando un círculo a través del cual se introducía la correa; si el jugador que poseía el cinturón lograba sacarla sin que el otro lo sujetase, mantenía la posesión del mismo, en caso contrario el jugador castigado se hacía dueño de la correa. En algunos casos, esta modalidad podía resultar dolorosa ya que si la correa salía con fuerza y no se lograba coger con firmeza, la mano quedaba "quemada".

- Guardia Civil, Civilón o boca-cañón: Uno de los castigos más dolorosos que existían. Se enrollaba la correa entre las piernas del jugador y se tiraba de ella con la fuerza que el Rey considerase necesaria, que normalmente solía ser bastante elevada ya que el Rey elegía este castigo para jugadores que no le caían demasiado bien.

- El paseo: El Rey y los otros jugadores se marchaban a dar una vuelta, ordenando al que poseía la correa que golpease las manos del castigado hasta que ellos volviesen. En algunos casos el paseo era interminable.

- El huevo o colleja: El que sacaba palo era castigado a recibir en la frente un golpe con las yemas de los dedos juntas y, en segundo lugar, con la mano extendida.

- La guindilla: Golpear la punta de la lengua del castigado con el filo de la correa el número de veces que dispusiese el Rey.

- El pimentón: El que recibe el castigo coloca las yemas de los dedos juntas hacia arriba recibiendo los golpes de la correa sobre los mismos. Si el dueño de la correa no lograba golpear justamente en la yema de los dedos, se veía expuesto a recibir el mismo castigo.

- El molino o molinete: El castigado abría las piernas y tras hacer girar la correa como un molino se le golpeaba con la intención de darle en las posaderas. Era fundamental no tener un error de cálculo a la hora de golpear, ya que podían peligrar partes del cuerpo especialmente sensibles al contacto y, sobre todo, a los golpes.

- La avioneta: El dueño de la correa la hacía girar en círculos con la mayor rapidez posible y tras tomar impulso golpeaba en el trasero o espalda del jugador perdedor.

La Taba presenta una variante conocida como Rapa. En este juego pueden participar cuantos niños quieran.
Los utensilios que se utilizan son el hueso o taba y los cromos que se apuestan durante el juego. Estos cromos o "santos" como se les conocía hace tiempo, podían ser de futbolistas, coches, animales, etc.
La estructura del juego es muy fácil: una vez puestos los cromos en el suelo (suelen apostarse 1 o 2 por tirada) se lanza la taba al aire.
Si sale panza el jugador añade un cromo al montón, si sale palo añade 2, si sale correa coge un cromo y si por suerte, sale rey al grito de rapalotó se queda con todos los cromos del montón comenzando de nuevo a jugar.

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