JUEGOS DE LANZAR



La bolas y los platillos son juegos de habilidad y pericia, donde lo más frecuente es que participen 4 o 5 chavales. En ocasiones, cuando la apuesta es muy elevada, se recurre al enfrentamiento individual que es seguido con mucha atención por una nutrida concurrencia.

BOLAS
Las bolas utilizadas pueden ser de varios materiales: hierro, barro, nácar, vidrio y mármol. Debido a las escasas posibilidades económicas y a las poquísimas tiendas y puestos infantiles donde venderlas, durante muchas décadas se utilizaron bolas de barro endurecido al sol.
Como es lógico, las bolas que más abundaban eran las de barro y las de hierro, consiguiéndose en las tejeras y en los talleres mecánicos de la localidad. Con posterioridad fueron llegando las cristalinas, las "huesas" y las de mármol (las más caras).
Antes de comenzar a desarrollar los distintos tipos de modalidades de juegos de las canicas, vamos a explicar las diferentes formas de lanzamiento de las bolas. Estas diferencias en el modo de coger la bola para lanzarla dependía de la modalidad del juego. Así, para el triángulo la bola se impulsaba con el dedo gordo ayudándose del índice o con el dedo corazón siguiendo la línea de la tierra. En cambio, para el hoyo y bola, el jugador coge la bola entre el corazón y el pulgar para hacer el hoyo; y entre el corazón, índice y pulgar para intentar dar a la bola del contrario.
Para el juego del moco (juego de pie), se tira la bola cogida con los dedos pulgar e índice, intentando dar a otra bola.

-Hoyo y bola: La modalidad más frecuente de juegos con canicas ha sido el hoyo y bola. Para ello es necesario hacer un hoyo de dimensiones reducidas en la tierra y conseguir introducir la bola en el mismo; requisito indispensable para disparar hacia las bolas contrarias. Una vez colada en el hoyo, desde la línea que lo delimita, se hace una cuarta con la mano izquierda y sin adelantar la mano (hacer "meti"), se lanza la bola con la otra mano. Si se conseguía golpearlas (a esta acción se la denomina "peo"), éstas pasaban a propiedad del jugador que había hecho blanco.
-Triángulo: Para comenzar esta variante, se dibuja un triángulo en el suelo y en los vértices se colocan las bolas apostadas por los jugadores.
Tras establecer el orden de tirada, cada participante se coloca cerca del triángulo, disparando a ras del suelo, contra las bolas del mismo, (adueñándose de las bolas que salen), o contra la bola de los contrarios para eliminarlos, dejando a estos fuera del juego y quedándose con las bolas en juego.
Había que intentar que la bola del jugador no quedase dentro del triángulo (a esta acción se denomina quedar "pinchao"), para no quedar eliminado.
En la década de los sesenta, estos juegos se podían llevar a cabo con más facilidad que ahora al no estar asfaltadas las calles y existir menos tráfico rodado por ellas.

LOS PLATILLOS
Por su parte, a los platillos se jugaba con los tapones (chapas) de las botellas, consiguiéndose en las puertas de los bares, en las viviendas de cada uno y, sobre todo, en los basureros de la ciudad. .
Los más codiciados eran los raros, aquellos que tenían un colorido vistoso que generalmente coincidían con los refrescos (las fantas, las mirindas, etc.).
Para dotar al platillo del peso suficiente que hiciera posible una mayor precisión en el tiro, se rellenaba el interior con jabón de sosa o cera.
Los jugadores más sofisticados de los platillos metían dentro de éste un dibujito lo más llamativo posible, tapándolo con un cristal que se fijaba a los bordes con jabón de sosa. Con este procedimiento el valor del platillo se elevaba considerablemente. A este platillo se le llamaba tirandela.
Los juegos con platillos son similares a los de las bolas, únicamente cambia el material utilizado. Específicamente con platillos se jugaba a las carreras de chapas: sobre un circuito dibujado en el suelo y a través de sucesivas tiradas se hacían carreras consiguiendo la victoria aquel que llegaba primero a la meta.
El circuito podía diseñarse pensando en la potencia de tirada, en cuyo caso era recto, o bien en la habilidad, con gran cantidad de curvas.
Es importante indicar que si la chapa salía del circuito, por una mal tirada o por ser golpeada por una chapa del contrario, el jugador era eliminado o volvía a empezar de nuevo.
También se jugaba con las chapas al triángulo intentando buscar para ello un lugar lo más llano posible.
El reglamento y las normas del triángulo son idénticos para los platillos que los explicados para las bolas por lo que no vamos a detenernos en su explicación.
Para ser un buen jugador de bolas y platillos se requiere mano firme, buena puntería y, sobre todo, tener mucha práctica.
En todos estos juegos es fundamental el orden de tirada que se establecía lanzando las bolas o las chapas a una línea, teniendo prioridad en el juego los más cercanos a la línea marcada.
Otra posibilidad de fijar los turnos consiste en: aquellos jugadores que pronuncien las palabras porra, antiporra y titi, en primer lugar, serían los últimos en disparar (porra, el último; antiporra, el penúltimo; y titi, el antepenúltimo).
Es importante no olvidar el vocabulario típico utilizado en estos juegos. A las ya mencionados "páo", "pinchao" y "matar" hay que añadir "cuarta" y "meti" refiriéndose a la forma de disparar y "sucio" o "limpio" respecto a eliminar o no los obstáculos del terreno.

LA SEMANA
La semana no es un juego de fuerza, sino de habilidad. Se trata de un juego de tejos, adecuado para provocar el bullicio y la algazara.
El tejo es un objeto plano y pesado, de tamaño no muy grande, que los niños buscaban y recogían de los caminos de tierra. Es un objeto inanimado, que en manos de los niños adquiere vida propia.
La forma de los tejos era muy variada. Los chavales, según sus preferencias, los moldeaban a gusto de cada uno con el fin de dominarlo mejor en el juego.
Antes de empezar a jugar, hay que dibujar la tabla (constituida por varias casillas) en el suelo. El dibujo puede marcarse con tiza o pizarra.
Una vez se tenga todo preparado y se haya establecido el orden de intervención, el primer jugador ha de lanzar el tejo a la casilla número 1 y saltar a pata coja de casilla en casilla, arrastrando el tejo a lo largo de éstas.
Si no se quiere perder el turno, y por lo tanto volver a empezar desde el principio, habrá que mantener el tejo moviéndose dentro de la tabla sin que se salga de ésta; al igual que tampoco será válido que éste se detenga sobre alguna línea divisoria.
Al llegar a las casillas dobles, la chavala podrá descansar y apoyar los dos pies. Cuando la jugadora consiga alcanzar la casilla número 6 sin haber fallado antes, saldrá de la rayuela saltando y arrastrando el tejo hacia afuera. En el próximo turno, ésta comenzará a saltar desde la casilla número 2, y así sucesivamente hasta completar las casillas de la rayuela.
Prácticamente, estas son las reglas básicas que rigen para todas las modalidades y variantes que vamos a ver a continuación.

BALON PRISIONERO
El balon prisionero, garantiza diversion y competencia a aquellos que lo practiquen. Exigirá de ellos rapidez, picardía y compenetración con sus compañeros de equipo. Al requerir un amplio espacio de juego, los niños encuentran dificultades para su disfrute en nuestras actuales ciudades.
Tras formar dos equipos, con idéntico número de participantes, se delimitará el campo de juego en dos partes iguales, ocupando cada equipo una de ellas.
Sin salir de la zona delimitada para cada equipo, el objetivo de los que tienen la pelota, es dar con ella a los componentes del equipo contrario. Aquel jugador que sea golpeado por la pelota estará "muerto", debiendo abandonar el campo de juego.
Si por el contrario, un jugador coge el balón al ser lanzado por el otro equipo sin que la pelota toque el suelo, ganará una vida para su equipo, pudiendo reintegrarse al juego uno de sus compañeros, ya eliminado.
Se llevará el "gato al agua" el equipo que consiga eliminar a todos los jugadores del equipo contrario.
Siendo este el esqueleto básico del juego, otra serie de reglas ayudan a un sencillo desarrollo y a evitar las consabidas discusiones que en este tipo de juegos se suelen producir:

- Para poder eliminar al contrario, el balón deberá darle directamente sin llegar a tocar el suelo.

- Si un jugador llega a despejar el balón fuera del campo, sin que éste toque el suelo, no será eliminado.

- Si al intentar lograr una vida, el balón se le cae de las manos, quedará eliminado.

Este mismo juego tiene distintas variantes, diferenciadas sobre todo en cuanto a la disposición de los jugadores sobre el terreno de juego.
Cada equipo elegirá un lanzador, que se colocará inmediatamente detrás de los jugadores del equipo contrario. Ello permite dos opciones a la hora de lanzar la pelota: ir contra los jugadores adversarios o pasarla a su lanzador.
Otra variedad, es cuando un equipo se distribuye en ambos extremos del terreno de juego, y el otro en el centro del mismo. Al igual que en la modalidad anterior permite las opciones de lanzamiento y pase.

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